Una de las consecuencias negativas de los procesos de desarrollo que han tenido lugar en la Unión Europea son las disparidades en el desarrollo de las ciudades y zonas urbanas, que afectan tanto a los ciudadanos como al nivel de actividad económica, lo que puede conducir a la degradación del propio espacio. Las disparidades pueden entenderse como el resultado de un fallo del mercado. Por lo tanto, es preciso llevar a cabo intervenciones que guarden relación con un proceso de regeneración. A fin de abordar este problema, la Comisión Europea decidió presentar la iniciativa de Ayuda Europea Conjunta en Apoyo de Inversiones Sostenibles en Zonas Urbanas (JESSICA), como parte de la política de cohesión ejecutada en el período comprendido entre 2007 y 2013. JESSICA es un instrumento financiero rotatorio que se centra en el desarrollo sostenible de las ciudades, y 11 Estados miembros decidieron poner a prueba la solución propuesta. El primer país en firmar el acuerdo fue Polonia, que implantó JESSICA en cinco regiones (Pomorskie, Mazowieckie, Śląskie, Wielkopolskie y Zachodniopomorskie). Este enfoque innovador entrañó numerosos desafíos para todas las partes interesadas (actores europeos, regionales y locales procedentes tanto del sectorpúblico como del privado) que participaron en la planificación y la implementación de la iniciativa. La metodología empleada se basa en el paradigma positivista, que examina las relaciones causales entre las intervenciones públicas (proyectos) y sus efectos. Se ha adoptado un enfoque realista en las técnicas de evaluación, así como en nuestra propia evaluación de todos los proyectos, realizada por expertos, que se han fundamentado a través de numerosas herramientas analíticas como el agrupamiento jerárquico y aglomerativo. De las principales conclusiones del estudio se desprende que los proyectos ejecutados en Polonia tan solo cumplen parcialmente los supuestos teóricos, y que las imensiones social y horizontal del desarrollo sostenible han estado infrarrepresentadas. Se observan ciertas divergencias a nivel regional en lo que respecta al enfoque modelo, y una región destaca en cuanto a la calidad de los proyectos (Zachodniopomorskie). Los proyectos relacionados con el patrimonio histórico o cultural, seguidos de los que se centran en la reconversión de los terrenos industriales abandonados, son los que mejor reflejan la complejidad del desarrollo urbano sostenible